Desde su lanzamiento en Abril de 2020, Mente(e)s Project ha tenido el objetivo de acercar el mundo profesional a jóvenes universitarios y recién graduados que tienen que tomar sus primeras (y más importantes!) decisiones profesionales. El proyecto empezó con un podcast del que pronto habrá nuevos episodios y continuó con un programa de mentorship (MMP) para gente interesada en el mundo de las finanzas cuya segunda edición tendrá lugar en otoño de este año. Los ensayos que he ido haciendo me han servido para entender mejor cómo facilitar la transición de estos jóvenes al mundo laboral y descubrir formas de ayudarles a que tengan éxito en sus primeros años de carrera. Aprovecho para agradecer a todos los que habéis sido conejillos de indias como primeros oyentes del podcast y participar en la primera promoción de MMP: vuestro feedback ha sido fundamental para desarrollar la idea de Mente(e)s Network, iniciativa que se va a convertir en la tercera pata de Mente(e)s Project.
Mi obsesión particular con el tema de las carreras profesionales viene de lejos pero no tan lejos. Digo esto porque al contrario que mucha otra gente, que desde que está en el colegio tiene claro hacia dónde quiere dirigir su vida profesional y conoce el camino que ha de seguir para llegar hasta ahí, en mi caso no me hice la pregunta de “¿Qué quiero hacer con mi vida?” hasta bien entrada la universidad. Ni siquiera recuerdo haber dedicado demasiado tiempo a escoger qué carrera iba a estudiar, simplemente seguí el camino que “deben” seguir los adolescentes que sacan buenas notas, terminé el bachiller tecnológico y me dispuse a matricularme en ingeniería. Solo cuando mi padre me hizo saber que, en su opinión, yo no era suficientemente inteligente como para ser buen ingeniero, decidí inscribirme en la carrera de economía. Este fue un gran consejo no solo por empujarme a estudiar algo que, casualmente, resulto encantarme, sino que también me introdujo a uno de los conceptos más importantes para tener siempre presente, el de self-awareness (conocerse y ser honesto con uno mismo).
Quizá es por esta caída del caballo relativamente tardía y por darme cuenta de que no podía seguir posponiendo una de las decisiones más importantes de mi vida por más tiempo, por lo que desde entonces he dedicado tantas horas a pensar, leer, investigar y debatir sobre carreras profesionales, no solo la mía si no también la de la gente que me rodea y todo aquel que haya querido escuchar. Además, no solo es que tuviera que ponerme las pilas con este tema para recuperar el tiempo perdido, es que con el paso de los años me he dado cuenta de que el trabajo es la mayor y más frecuente fuente de infelicidad de las personas adultas y, por tanto, la importancia que creo que tienen las decisiones profesionales en la vida es mucho mayor de lo que a priori se piensa. Es de cajón por tanto que dedique tanto tiempo a pensar sobre el tema, ver algunos ejemplos aquí, aquí, aquí y aquí.
Sirva esta introducción para conocer la motivación que hay detrás de Mente(e)s Project y entender sus objetivos, que continúan siendo los mismos desde el día 1 y son los que en última instancia guían las nuevas iniciativas del proyecto. Mente(e)s Network (MN) es la tercera de éstas, y aunque aún está work-in-progress, quería aprovechar este post para presentarla, explicar cómo pienso sobre el problema que pretende contribuir a resolver, y escuchar feedback sobre la misma.
Problema: el nexo entre la educación tradicional y el mundo laboral está roto y no tiene arreglo
La transición del mundo educativo al laboral deriva en una situación con doble información asimétrica.
Por un lado, los empleadores tienen un conocimiento imperfecto de los empleados potenciales, lo que incentiva a estos a no ser del todo transparentes a la hora de desvelar sus conocimientos y competencias reales. Esto a su vez provoca que los empleadores tomen decisiones de contratación subóptimas.
Por otro lado, al tener estos empleados potenciales poca o ninguna experiencia en el mundo laboral, ignoran muchas de sus opciones profesionales y tienen una información sesgada sobre aquellas que han conseguido identificar (es decir, desconocen a muchos de sus potenciales empleadores y a los que conocen, los conocen mal).
Además no es que la información asimétrica que sufren unos se compense con la de los otros y el resultado sea neutro, sino que la insatisfacción que sufre el empleado una vez experimenta la realidad de su puesto de trabajo empeora aún más la decisión de contratación del empleador, que ya era originalmente y por sí sola, errónea. Esta situación está cuanto menos enquistada pero muy probablemente empeorando.
Cuanto menos enquistada porque aunque es cierto que, con el tiempo, los estudiantes/empleados van teniendo más y mejor acceso a información y recursos que les ayudan a entender el mundo profesional, éste cada vez es más complejo y cambia más rápido, por lo que no es fácil concluir cual es el efecto neto (mi opinión es que negativo). Además, si algo está claro, es que esta mayor disponibilidad de recursos en manos de los estudiantes no es gracias a las universidades, a las que hay que denunciar por su lamentable dejación de funciones a la hora de cumplir con su responsabilidad para con la sociedad: formar a trabajadores productivos y facilitar su acceso al mundo laboral para que creen riqueza para la comunidad y para ellos mismos (si este es realmente el único rol de la universidad en la sociedad es discutible, mi opinión es que como mínimo es el principal).
Por el otro lado del mercado laboral la situación está claramente empeorando. Los empleadores, que históricamente habían usado el desempeño en la educación tradicional como signaling para detectar a los trabajadores más productivos, se están dando cuenta de que el número de años y éxito en el sistema educativo tradicional del estudiante cada vez correlaciona menos con su productividad una vez se convierte en trabajador. Esto parece explicarse por 2 hechos: i) los conocimientos que a día de hoy hacen a un trabajador productivo son distintos a los que se adquieren en la educación tradicional; y ii) las aptitudes que te hacen tener éxito en el mundo profesional cambian más rápido que las que se evalúan y premian en el terreno educativo. Por tanto, no es solo que el valor de la educación sea cada vez menos la adquisición de skills y más la generación de signaling, es que el signaling cada vez es menos valioso.
Si el razonamiento anterior es correcto parece claro que para reducir la fricción en la transición desde el mundo educativo al laboral hay que atacar el problema (de aquí en adelante “El Problema”) desde ambos ángulos, el del empleado y el del empleador. Además, no cabe esperar que los actores actuales sean los encargados de liderar el cambio ya que ni las empresas tienen el incentivo a ser totalmente transparentes sobre lo que les aguarda a los empleados en el trabajo (prefieren overpromise & underdeliver que perder potenciales candidatos por ser demasiado realistas ex-ante); ni las universidades tienen la capacidad de adaptarse suficientemente rápido a las cambiantes necesidades del mercado (legacy issues everywhere).
Resumiendo y simplificando: para contribuir a solucionar El Problema hay que i) mejor la precisión del signaling de la educación y bajar el coste de generarlo en tiempo y dinero (beneficio para los empleadores); ii) adaptar los conocimientos y competencias que adquieren los estudiantes a las demandas del mundo laboral (trabajadores más productivos para los empleadores, más capital humano para los estudiantes); y iii) mejorar y ampliar el acceso a información relevante y fidedigna sobre el mercado laboral para que los estudiantes puedan tomar mejores decisiones de carrera.
Mente(e)s Network, el campus virtual que debería tener tu universidad
Vaya por delante que Mente(e)s Network solo pretende contribuir con una gota de agua al océano de soluciones que necesitamos para solventar El Problema y que, de momento, solo está intentando atajarlo desde el punto de vista del estudiante/empleado. También que, por restricciones de tiempo y recursos, MN no se va a lanzar y crecer tan rápido como me gustaría por lo que os ruego paciencia (no quiero comprometerme a un deadline concreto, pero el lanzamiento no será nunca antes de Octubre). En cualquier caso, a falta de seguir perfilando la idea a partir de vuestro feedback (os leo en los comentarios), estoy convencido de que MN es un paso en la buena dirección y será tan útil como sus miembros (vosotros) queráis que sea. Con esta iniciativa yo solo estoy poniendo la primera piedra de una plataforma cuyo éxito dependerá del engagement de los usuarios, la calidad del contenido que generen los colaboradores, la capacidad para atraer instructores de calidad y el network que se genere entre los miembros.
Creo que la mejor forma de entender lo que será Mente(e)s Network es pensar en un campus virtual al que se accederá mediante un proceso de selección basado en CV y carta de motivación, en la que os encontrareis información sobre carreras, paneles de discusión sobre temas técnicos y noticias, eventos online en directo (Q&As con profesionales, mesas redondas…), cursos y clases magistrales sobre temas concretos (MMP Vol. 2…), sesiones de mejora de CV y cover letter, acceso a mentores, gossip de la industria, eventos de networking… En resumen, una plataforma virtual donde encontrar toda la información necesaria relativa a carreras profesionales en el mundo corporativo y financiero, y con eventos presenciales ocasionales para facilitar las relaciones mutuamente beneficiosas entre los miembros. Creo que otra forma de verlo es un Wall Street Oasis a la española con mejor ratio info/ruido y donde solo se pueda participar desde el anonimato en contadas excepciones (está por ver cómo implementar esto).
Cuando pienso en la gente que ha navegado la transición de la universidad al mundo laboral de manera exitosa, me vienen a la mente 4 puntos que han sido el denominador común en todos ellos: alto capital humano, acceso privilegiado a información, círculo de contactos potente y suerte. La mala noticia es que, por este último punto, no hay nada que MN (ni nadie) puede hacer. La buena es que, si os fijáis, MN está diseñado para atajar los otros 3: cursos, clases magistrales y paneles de discusión para aumentar el capital humano de los miembros; eventos de Q&A, sesiones de CV y gossip de la industria para mejorar su acceso a información; contacto con mentores, eventos de networking y facilidades para que los miembros conecten entre sí para ampliar su círculo de contactos. Está por demostrar que MN vaya a conseguir todas estas cosas, pero al menos hay que empezar por los cimientos.
Mi intención es que Mente(e)s Network sea gratuito tanto tiempo como sea posible – es decir, mientras el coste económico de mantener la plataforma up & running sea asumible para mí. Obviamente esto implica también que los invitados que vengan a sesiones de Q&A, los mentores de la plataforma, los profesores que vengan a dar clases sueltas y el resto de colaboradores que generen contenido tienen que estar dispuestos a hacerlo de manera gratuita, al menos gran parte del tiempo. Es probable que eventualmente haya contenido de pago para poder incentivar a los colaboradores a trabajar más y mejor, pero no hay planes concretos sobre esto de momento.
En relación a lo anterior querría terminar haciendo un llamamiento a todos aquellos que crean que puedan encajar en el perfil de colaborador que menciono arriba y que consideren que pueden generar contenido para la plataforma en cualquiera de los formatos de arriba (participando en Q&A, como mentores, preparando alguna clase…). Como habéis leído arriba, de momento no vais a poder ser remunerados por vuestra labor así que la única forma que tengo de convenceros a participar es la justificación que uso conmigo mismo para hacer estas cosas: Noblesse Oblige.
Sirva este texto no solo para empezar a promocionar Mente(e)s Network, sino también para hold myself accountable en público y que ya no haya vuelta atrás para lanzar una iniciativa que creo que merece la pena.
Edu Riera
Enorme Edu! a por todas
Millones de gracias por todas las iniciativas, un referente en muchos ámbitos!! Aquí un futuro candidato